Revista Al-Arba

Primer premio en la sección de Poesía del IX Certamen Literario de Alfambra.
Lluvia de fuego
Yo no conozco la muerte tan de cerca como Wilfred Owen Ni he nadado en sangre, a gusto y feliz, como Hemingway Y no es por falta de fuegos, el mundo sigue abrasándose Pero lo hace de forma recatada
Después de la ll Gran Matanza y de lo de Hiroshima Huye del centro del mundo
Alquimia a los hombres en polvo en lugares remotos…
Pero incluso así palpita un ala negra entre mis versos furiosos Es el aleteo de la poesía violenta.
Todo esfuerzo desde el ángulo de la belleza está suscrito a la derrota
Eso lo sé
Gritar Paz
Aullar Pan
Tronar por la vida de los 43 estudiantes de Iguala . Me faltan gargantas para tanta Injusticia Universal
Pero perder, ser derrotado, no es tan malo
Estos versos son lágrimas al viento
Y la tinta es poderosa
Una sola gotita puede transformarlo todo
La guerra no es consustancial al hombre, Es lo que nos dicen No les creas.
Hermanos
No les creáis.
La hoja, el -viento, la lluvia, la luz y la sombra, el olor de la tierra después de la tormenta
Afirman lo contrario Y puestos a creer
Apuesta por la hoja, el viento, ta lluvia, la luz y la sombra, y el perfume de la tierra Son muy ancianas y muy jóvenes al tiempo Posen la sabiduría de los colores y la brisa.
Estos son versos ingenuos como los pétalos de unas norecillas del bosque Pero en las esquinas las niñas se prostituyen
Ellas
Las florecillas ardientes
Y en los comederos sociales no cabe un alfiler
Y todo se vende
Y las almas están a saldo
Y los tipos de corbata sonríen mostrando sus sarrosas fauces
Y los hoteles de diez mil estrellas son un Infierno de brutalidad y abusos. No tengo una trinchera donde morir corno un buen poeta del siglo XX
NI tuberculosis, ni a mano un buen revolver decimonónico He intentado ahogar esta voz en alcohol poeniano
A lo Thomas Dylan en sus buenos días de 18 whishles,
Pero los versos se niegan a rendirse
Son tan testarudos como la realidad invicta.